ESTRUCTURA E INFORMACIÓN BIOLÓGICA
Bienvenida al blog
Antes de iniciar esta aventura comunicativa quiero
dar las gracias y la bienvenida a todos los lectores que os asoméis a estas
páginas. Espero que os llevéis una buena impresión y que, en cualquier caso, os
sirva para ampliar vuestros puntos de vista y ejercitar la reflexión y la
crítica.
Me llamo Alfonso Ogayar y soy biólogo, profesor y
científico a ratos libres.
Soy totalmente novato en estas técnicas comunicativas
y, además de mi impericia, mi propósito hace que este blog presente una
configuración poco habitual. No se trata de un blog de entretenimiento, ni de
curiosidades o noticias sueltas. Pretendo hacer una especie de blog-libro que permita tanto la
presentación de algunas hipótesis y opiniones originales de biología, como la
comunicación con los lectores interesados. Por lo tanto el seguimiento del blog
requiere de cierto esfuerzo y nivel de conocimiento.
En este sentido, y dado el carácter de posible futuro
libro, los contenidos más originales que cuelgue en el blog habrán pasado
previamente por el Registro de la Propiedad Intelectual.
Por otra parte, dado el carácter de blog, os animo a
vuestra participación y a la utilización de los contenidos, pero citándolos de
forma adecuada. Por mi parte me comprometo a citar cualquier aportación o
crítica vuestra que pudiera utilizar posteriormente.
Por el propósito del blog, al menos de momento, doy
por supuesto un cierto nivel de conocimiento sobre biología (como poco de 2º de
bachillerato) para poder seguirlo. No obstante, después de las primeras
entradas, en las que expongo de forma resumida lo principal de mis puntos de
vista, procuraré ampliar con más detalle y detenimiento algunos de estos aspectos
expuestos inicialmente, según evolucione la dinámica del blog.
Importancia de la teoría en Ciencia
Cuando Darwin, después de su viaje de
circunnavegación con el Beagle, llegó a concebir su teoría de la selección
natural, exclamó:
“Al fin tengo una teoría desde la que poder observar”.
Tenía claro que las nuevas observaciones, obtenidas
desde esta atalaya teórica, le permitirían conquistar nuevas cotas conceptuales
desde las que podría observar mejor.
Un buen ejemplo de esto lo tenemos en Einstein y sus
teorías, auténtica atalaya para generaciones de investigadores que, desde ella,
han podido plantearse el origen y evolución del Universo conocido, como vemos
actualmente con las ondas gravitacionales.
Como profesor de Biología y Geología he procurado
transmitir a mis alumnos que la Ciencia nos permite obtener imágenes lo más
objetivas a nuestro alcance de la realidad, y, para ello, recapitulando el
quehacer de los científicos, tenemos que intentar ver la realidad de todas
las formas posibles:
- · Observación directa y su descripción rigurosa, aunque guiada por teorías previas.
- · Intuición para el planteamiento de problemas y formulación de hipótesis explicativas.
- · Teorización, esto es la nueva visión coherente de los hechos.
Todas estas formas de ver de los científicos implican distintos grados de
conceptualización. Los nuevos conceptos deben entrar en conexión con conceptos
anteriores hasta llegar a una nueva forma de ver la realidad que constituye una
nueva teoría.
El cambio de paradigma en Ciencia
Así pues, en este blog se concederá una gran
importancia a las teorías científicas (principio y final de nuestra forma de
ver, de mirar) y a los cambios de
paradigma, según la idea de ”revolución
científica” de T.S. Kuhn (¿Qué son las revoluciones científicas”). Pero no
es el propósito de este blog el abordar problemas de filosofía de la ciencia,
por varios motivos:
- El primero, por falta de competencia en la materia.
- El segundo, y no menos importante, por estar de acuerdo con A.F. Chalmers (¿Qué es esa cosa llamada ciencia?) en que el denominado “método científico” no es una receta para hacer ciencia.
- El tercero, y de igual peso, tanto Kuhn como Chalmers, entre otros, dan una gran importancia a la historia de la ciencia para entender la ciencia y su progreso.
En este sentido, en mi experiencia como profesor he
comprobado el valor de la perspectiva histórica de los conceptos para la
enseñanza de las ciencias, fundamentalmente para entender los cambios de
paradigma: evolucionismo frente a fijismo, teoría celular y teoría microbiana
del origen de las enfermedades infecciosas frente a generación espontánea, etc.
En estos grandes cambios conceptuales se ven las
dificultades con las que se enfrentan los científicos. Algunas de las fundamentales
podemos agruparlas en el fideísmo, siempre acechante y frecuentemente
disfrazado con el ropaje de la ciencia. La palabra ciencia vende, y se busca su
compañía con intereses espurios. La verdadera ciencia no precisa de los adornos
de las pseudociencias ni de sofisticaciones filosóficas.
Para T.S. Kuhn: “El término ciencia refiere un quehacer, una actividad, productora de
conocimiento científico, que se da a lo largo de la historia y cuyo
protagonista fundamental son las comunidades científicas “. Además añade: “ La
historia y la filosofía de la ciencia sólo pueden hacerse alternativamente”.
Por su parte Chalmers opina: “Para muchos filósofos
de la ciencia, uno de los embarazosos
resultados de este hecho es que los episodios de la historia de la
ciencia que, por lo general, se consideran más característicos de los
principales adelantos, ya sean las innovaciones de Galileo, Newton, Darwin o
Einstein, no se han producido mediante algo similar a los métodos típicamente
descritos por los filósofos”.
Anteriormente he mencionado la expresión “verdadera
ciencia” para indicar un proceso dinámico de producción de conocimiento
contrastado, opuesto al fideísmo estático. Naturalmente, esto se opone a la
idea estática de la verdad científica absoluta.
Para mi la Ciencia
es una construcción humana, una forma de ver, mediante la cual nos
representamos imágenes de la realidad (de la que formamos parte) que tienen
cada vez más píxeles. Pero obtenemos imágenes distintas según el enfoque y las
herramientas que utilicemos, como si esos píxeles de la realidad fuesen los
cristalitos de un caleidoscopio que moviésemos. Así, no es lo mismo un enfoque
matemático que uno filosófico de un aspecto de la realidad, aunque los
elementos de realidad que manejen sean correctos en los dos casos, la imagen
obtenida será distinta, aunque ambas sean complementarias.
Además, siempre hay que contemplar cualquier logro
científico en su época, con la ideología y circunstancias personales de los
investigadores, es decir en el contexto histórico de las relaciones entre
ciencia, tecnología y sociedad.
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